lunes, 1 de diciembre de 2008

El monasterio de Compludo - La primera fundación de San Fructuoso

Compludo fue el recóndito lugar en el que hacia el año 640 el gran patriarca del monacato leonés, San Fructuoso, fundó el primer monasterio de lo que habría de conocerse como la Tebaida Berciana. La trayectoria de esta fundación, dedicada ya desde sus orígenes a los mártires de Complutum (Alcalá de Henares) Justo y Pastor, puede reconstruirse principalmente a través de la "Vita Fructuosi" y del testimonio de Valerio. Otras fuentes existentes resultan mucho menos solventes, en particular una supuesta donación de 646 del monarca visigodo Chindasvinto y su mujer Reciberga al monasterio.

A finales del siglo IX o principios de la centuria siguiente Compludo fue restaurado dentro del contexto del renacimiento de la vida monástica en la comarca berciana. En el siglo XII debió incorporarse a la iglesia de Astorga, de forma que a partir de entonces desapareció el monasterio como tal y su recuerdo se vio relegado a una simple dignidad del cabildo de la catedral. Los límites de la aldea aparecen ya recogidos con precisión a mediados del siglo XVIII en las Respuestas Generales del Catastro de la Ensenada:

"A la primera pregunta dijeron que esta población se nombra la villa de Compludo. A la segunda pregunta dijeron que esta dicha villa es del señorío del señor abad de ella [...] A la tercera pregunta dijeron que el territorio que ocupa el término de esta villa es de Oriente a Poniente media legua, y del Norte al Mediodía lo mismo, y en circunferencia legua y media, sus confrontaciones son al Oriente con término del lugar de Carracedo, a la Poniente con término del lugar de Espinoso, al Norte con término del lugar del Acebo, y al Mediodía con término del lugar de Palacios, su figura esta del margen ... A la pregunta veinte y una dijeron haber en esta villa quince vecinos [...] treinta casas habitables, catorce arruinadas y diez y seis establos o caballerizas".

Los capiteles de Compludo en 1966

El corresponsal de Madoz precisa que el término pertenecía a mediados del siglo XIX al partido judicial de Ponferrada y ayuntamiento de los Barrios de Salas, aunque anteriormente había sido "la capital de la abadía de su mismo nombre, jurisdicción antigua compuesta de los pueblos de Compludo, Palacios de Compludo, Carracedo de Compludo y Espinoso también de Compludo". Su iglesia parroquial (San Justo y Pastor), era matriz de Palacios de Compludo, servida por un cura de ingreso, y presentación del cabildo de la catedral de Astorga. También había entonces una ermita dedicada a la Asunción de Nuestra Señora.

El emplazamiento exacto del antiguo cenobio ha venido identificándose con cierto pago situado a kilómetro y medio al sur de la aldea, llamado "Prao de la Iglesia". Durante los veranos de 1956 y 1957 el entonces arquitecto-conservador del Patrimonio Nacional José Menéndez-Pidal Álvarez dirigió unas excavaciones que sacaron a la luz diversas estructuras constructivas. No se difundió el informe de estas catas, pero a través del testimonio del Fray Francisco Flórez Manjarín se atisban algunas de las conclusiones finales. Las estructuras exhumadas se habrían interpretado como "algunas sepulturas de monjes y las estructuras pétreas de la construcción de celdas individuales diseminadas por el valle". También a través de este autor sabemos que eran dos los capiteles que se conservaban en 1966 en la iglesia parroquial de Compludo, junto con una basa ática. Ésta última la encontramos en un edificio, tal vez la casa rectoral, haciendo las veces de basamento de un pie derecho de madera en una fotografía que acompaña la edición del libro "Compludo. Pueblecito leonés con historia", de 1964.

3. Capitel existente en el Museo del Bierzo (Vista 1)

3. Capitel existente en el Museo del Bierzo (Vista 2)
   
Existe una cierta confusión sobre todo esto, pues en varias publicaciones se atribuye a Menéndez Pidal el hallazgo de los restos altomedievales hoy conservados en la iglesia parroquial y en el museo del Bierzo, y tampoco existe acuerdo sobre el número de piezas existentes.

La localización de las piezas altomedievales, o al menos de una parte de ellas, se debe, en realidad, a Gómez Moreno. En su visita a la localidad en 1906-1908 no encontró ningún resto visible del antiguo monasterio en el lugar señalado por la tradición:

"pero, registrando la casa rectoral, llegué a descubrir restos que pudieron alcanzar al tiempo de Fructuoso. Ellos son unas basa ática de mármol con vetas azuladas, para columna de 25 cms. de diámetro, y un capitel, de otra tanta altura y corintio, si bien desarrollado con cierta novedad. Compónese de cuatro primeras hojas, anchas y lisas, piñas intercaladas, otras cuatro hojas iguales encima, hacia los ángulos, y en medio florón y hojillas bien labrados; no tiene collarino. Es buena pieza, bastante original y del mejor arte visigodo".

El texto fue publicado en su Catálogo Monumental de la provincia de León. Este capitel se custodia en la actualidad en el Museo del Bierzo por cesión hecha por la parroquia de la localidad.

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